APRECIADOS HERMANOS EN CRISTO. Qué puedo decirles,una muy agradable sorpresa y feliz de recibirlos acá en mi casa. Y más aún con el canto, que tan lindos recuerdos me trae. Y también resaltar la perseverancia del grupo para ensayar y darle continuidad a este importante objetivo de alabar y glorificar a Dios co.
en este acto, están dando un testimonio de afecto hacia mí. De amor al prójimo. Y siempre destaco la importancia de cuanto necesitamos sentirnos queridos. Qué bien nos hace. Hoy ustedes me están alimentando, y yo cual alma hambrienta, tomo con fervor este alimento. Y casi sin darme cuenta,me siento mucho mejor. Sin dudas, el afecto es mi panacea. Es la mejor medicación para mi enfermedad.
Este amor que ustedes me están regalando a través de la música, tiene un condimento especial y distintivo: Jesús. Ese amor que viene del cielo a la tierra. Y quería compartir una poesía que encontré en la web, que me gustó mucho.
Oh, ¡qué bueno es serte fiel!
¡Qué bueno es en todo tiempo
una alabanza tener!
Quiero alabarte, adorarte
en espíritu y verdad
y así poder compartir
tu amor con la humanidad.
Es necesario entregarse
sin reservas, mi Señor
para poder conocer
ese verdadero Amor.
Aquel que Tú nos mostraste
en aquella cruenta cruz
manifestándolo al mundo
en tu Hijo amado: JESUS.
Perfeccióname, Dios mío;
perfeccióname en tu amor
para guardar siempre puro
y santo mi corazón.
Ese amor que es sufrido,
que en vez de recibir, da;
no se goza en la injusticia,
mas se goza en la verdad.
Aquel que no tiene envidia,
no sabe de vanidad,
todo lo cree y soporta,
que es y siempre será.
Es el camino excelente,
también es la Ley real,
es mayor que la esperanza
y que la fe: la Caridad.
Ese es el amor, Dios mío,
que quiero manifestar
a este mundo que se pierde
porque no sabe amar.
Llena de amor a tu pueblo;
se establezca la unidad;
para que entonces podamos
al mundo testificar
que el REY de Reyes hoy reina
y por siempre reinará.
Por último, Gracias Señor por tener tanto, ustedes mis hermanos en la fe, mi esposa Norma, mis hijos, otros tantos amigos, mis enfermeras, etc. Todos ayudan a aliviar el peso de mi enfermedad. Dios los bendiga mucho!
El verdadero amor
(Zaida C. de Ramón)
Señor, ¡qué bueno es amarte!
Oh, ¡qué bueno es serte fiel!
¡Qué bueno es en todo tiempo
una alabanza tener!
Quiero alabarte, adorarte
en espíritu y verdad
y así poder compartir
tu amor con la humanidad.
Es necesario entregarse
sin reservas, mi Señor
para poder conocer
ese verdadero Amor.
Aquel que Tú nos mostraste
en aquella cruenta cruz
manifestándolo al mundo
en tu Hijo amado: JESUS.
Perfeccióname, Dios mío;
perfeccióname en tu amor
para guardar siempre puro
y santo mi corazón.
Ese amor que es sufrido,
que en vez de recibir, da;
no se goza en la injusticia,
mas se goza en la verdad.
Aquel que no tiene envidia,
no sabe de vanidad,
todo lo cree y soporta,
que es y siempre será.
Es el camino excelente,
también es la Ley real,
es mayor que la esperanza
y que la fe: la Caridad.
Ese es el amor, Dios mío,
que quiero manifestar
a este mundo que se pierde
porque no sabe amar.
Llena de amor a tu pueblo;
se establezca la unidad;
para que entonces podamos
al mundo testificar
que el REY de Reyes hoy reina
y por siempre reinará.
Por último, Gracias Señor por tener tanto, ustedes mis hermanos en la fe, mi esposa Norma, mis hijos, otros tantos amigos, mis enfermeras, etc. Todos ayudan a aliviar el peso de mi enfermedad. Dios los bendiga mucho!
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