YO SE POR QUÉ ME ENFERME
Hola
queridos amigos. Es mi deseo que se encuentren muy bien, aunque ya sé que es
muy difícil. Dios nunca nos prometió un mundo perfecto. En consecuencia los
problemas están a la vuelta de la esquina. Pero si podemos contrarrestar las
vicisitudes que nos presenta la vida. De qué manera? Reinventarnos. Poner los patitos en fila-todo
parte de uno, de nada sirve despotricar contra el mundo.
Les confesaré algo, yo sé por qué me enfermé, y lo intuía, lo sentía y no di el
paso al costado. La culpa es exclusivamente mía. De nada me sirve enojarme
contra lo que me la provocó. Es decir
soy un convencido que las emociones o
fortalecen nuestra calidad de vida o la destruyen. Nos bajan las defensas, nos
debilitamos, y nuestras cabecitas pierden el control de todo . por eso mis
estimados, la vida ofrece valores éticos y morales que tienen que ver con nuestra
personalidad, nuestras tradiciones, nuestra cultura, nuestro medio ambiente
donde transcurren nuestras existencias. Todo ello va conformando nuestros
valores. Solo y cada uno es testigo y protagonista de su vida, por eso debemos
darnos cuenta qué es lo que nos hace daño.
Me permito agregar un ítem importante a este comentario. Me refiero al ”otro”, nuestro prójimo, bien podría ser nuestro vecino , nuestro empleado, nuestro patrón, mi compañero de banco en la escuela nuestro compañero de trabajo, la familia, etc. Pero me estoy olvidando de aquellos prójimos que más necesitan, los niños que pasan hambre, la pobreza en general, los que no poseen una vivienda digna, los enfermos que se debaten entre la vida y la muerte, ¿Nos podemos quedar de brazos cruzados ante tanta necesidad? Sin dudas que no. Yo lo miro desde el lado espiritual , ya que de comprometernos no solo haríamos feliz a nuestro prójimo necesitado, sino nosotros!!! ¿ cómo nos sentiríamos? Exultantes, llenos de felicidad, esa sensación no tiene precio. Nuestro espíritu está feliz. Eso sí prolonga nuestras vidas, es salud. Dar vuelta la cabeza para no ver nada es deleznable desde todo punto de vista.
Goethe, un
gran pensador alemán decía –“El
hombre más feliz del mundo es aquel que sepa reconocer los méritos de los demás
y pueda alegrarse del bien ajeno como si fuera propio” Que gran verdad.
Te cuento un secreto....... me acuerdo muchas pero muchas veces de vos. Te admiro. No te enojes...jajajja. Pero realmente sos mi héroe en muchos aspectos pero sobre todo en el de mantenerte tan firme en tu fé. Te quiero. Muchas bendiciones. Nora
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